viernes, 22 de mayo de 2015

El problema con Kim / Por Femme Letal


¡Hola, lectores de Barrio!

Bienvenidos a este nuevo espacio en el que hablaremos un poco de chismes, moda, famosos y, la verdad, de lo que se nos vaya ocurriendo en el camino.

De una vez les digo que no vamos a hacer profundísimos ensayos ni inquisiciones sobre temas específicos, más que nada se trata de divertirnos un rato y olvidarnos del tráfico, estrés, smog y del escándalo político de la semana, aunque sí es muy probable que en más de alguna ocasión vayamos a tratar el escándalo mediático de la quincena, léase #thedress, “50 sombras de Grey”, la alfombra roja de los Oscar y, en una de esas, hasta la de los premios Lo Nuestro (no me digan que no se les antoja…).

Y para entrar en materia, en esta primera columna vamos a hablar (mal) de una “celebrity” que es el particular talón de Aquiles de la Femme (o sea, mío). Se trata de, sí, la famosa con menos méritos para serlo: Kim Kardashian.

Kim –en la mejor tradición inaugurada por la rubia #yamuypasadademoda Paris Hilton, de quien por cierto, era amiga–, no canta, no baila, hace pasarelas, pero no sabemos por qué, pues cuerpo de modelo ciertamente no tiene.

Aunque tampoco actúa, esta curvilinea mujer se hizo muy famosa gracias a la difusión, vía internet, de un video sexual que hizo junto a Ray J, uno de sus múltiples galanes, y quien resultó ser el mejor negocio de su vida.

Hoy, ella y su numerosa familia ganan millones gracias a los reality shows que estelarizan y que los han puesto en las pantallas de casi todo el mundo.

Pero no es su falta de talento lo que me molesta (bueno, sí un poco…) lo que realmente me saca de quicio es su status de “ícono de la moda”.

No puedo entender, no me cabe en la cabeza, cómo es que esta mujer ha logrado posicionarse como tal, al grado de salir publicada –junto con su marido, el rapero, cantante de hip-hop, diseñador y productor musical, Kanye West– en la portada de la mismísima “biblia de la moda”: la revista “Vogue”.

Si de algo tendría que ser ejemplo es de mal gusto, pues aunque la inmensa mayoría de sus prendas son de diseñador, y aunque hay que reconocer que desde que se casó con Kanye ha mejorado algo (poquititititititito), jamás podría acercarse al look de auténticas “it giros” como Blake Lively, Chiara Ferragni, Alexa Chung y muchísimo menos al de una de mis ídolas, Olivia Palermo.

Ni siquiera tiene la clase o el estilo de Ivanka Trump, cuyos padres, Donald y su ex, Ivana Trump, difícilmente podrían considerarse “faro, luz y guía” del buen gusto.

Como para muestra basta un botón y, claro, para que juzguen por ustedes mismos y no se dejen llevar sólo por la palabra de Femme, aquí algunos de los looks más esperpéntidos de la “diva del gran trasero”.

UNO 
En primerísimo lugar TIENE que estar el famoso “vestido
sofá”, creado por el diseñador de Givenchy, Riccardo Tisci, que aunque es muy amigo de Kim, más pareciera su peor enemigo, a juzgar por esta “joya”.

No conforme con atreverse a lucir esta carpa de circo floreada, la morena lo hizo en el Campeonato Mundial de la Moda, la alfombra roja de la Gala del Met (de 2013), presidida, nada más y nada menos, que por la editora más temida en la industria de la moda, Anna Wintour, quien dirige el destino de la edición más importante de “Vogue” en el mundo, la de Estados Unidos.
Nunca sabremos si Kim se horrorizó al ver el vestido o si realmente pensó que era una buena elección, lo que sí es que se ganó a pulso el título de la peor vestida de la noche.


DOS 
En algún punto de su “carrera” como fashionista (¡ja!), Kim decidió que era una buena idea mostrar su pecho hasta el mismo límite del decoro y uno de los primeros vestidos en los que puso esta –hoy costumbre– en práctica, fue en otro diseño por Riccardo Tisci para Givenchy.

En esta ocasión, en febrero de 2013 durante la Semana de la Moda de París, también podríamos acusarlo de quererla perjudicar secretamente, pues él eligió el look de entre los que había recién mostrado en su pasarela de la colección Otoño-Invierno 2013-14 para la afamada casa de moda.
La “celeb” lo llevó a la fiesta de la revista “Mademoiselle C” en su última noche en París, acompañado de un abrigo (¿?) presumiblemente para no morir de una pulmonía.


TRES
Al inicio de su embarazo, la famosa tuvo una crisis de guardarropa, pues se mostraba indecisa entre si seguir con sus tradicionales looks “sexy” u optar por algo más dulce y maternal.
Justo en medio de ese momento de indecisión eligió este numerito para una visita a Nueva York al programa “Good Morning America”, en marzo de 2013, el cual, como es fácil notar, no hizo nada por su figura y, totalmente al contrario, la hizo parecer un paracaídas en pleno descenso.
Después de ver este look, podemos decir, sin temor a equivocarnos, que aunque es claro que el buen gusto no es lo suyo, su embarazo fue definitivamente su peor época.


    CUATRO
 Pero, que no se piense que 2013 fue su “annus horribilis”, oh no, no. Apenas el mes pasado, la segunda de las hermanas Kardashian llegó a la entrega de los premios Grammy acompañando a su flamante esposo con lo que fue descrito como una “bata sin el camisón que va debajo” de la autoría del “enfant terrible” de la moda, el creador francés Jean Paul Gaultier.
Claro está que en pasarela no se veía precisamente igual, pues este diseño está pensado para el cuerpo largo y delgadísimo de una modelo, no para la figura hipercurvilínea y más bien chaparrita de la reina de los realities. Otro ejemplo del gusto de Kim por lucir escotes hasta las últimísimas consecuencias.

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